• Más detalles
  • Un árbol no es una planta como las otras porque está para quedarse. Pero como crece despacio, hay que ofrecerle las mejores condiciones para poder disfrutarlo tan rápido como posible.

    Limite la competencia
    El primer enemigo de un árbol joven es la hierba alta. Porque sus raíces son aún superficiales, un árbol joven debe compartir el mismo espacio que las raíces de la hierba. Debe por tanto, retirar esta durante el tiempo que el árbol se tome para ser lo bastante fuerte y no temer esta competencia. Esto pasa cuando el tronco llega a 7 cm de diámetro en la base, lo que nos pide un deshierbe a sus pies durante algunos años. Este deshierbe puede hacerse todo el año, pero a principios de le primavera, antes de que las malas hierbas hayan empezado a crecer, es el mejor momento.
    A saber : a veces se utiliza un deshierbe químico a los pies del árbol, con un desherbante especial. No está muy aconsejado porque al final daña la buena salud del árbol (¡y a veces instantáneamente en caso de error de uso del producto!).

    Nútralo con parsimonia
    Poco a poco, el árbol extiende sus raíces hacia las zonas más fértiles. Pero una ayuda, bajo forma de fertilizante a liberación lenta, a base de astas por ejemplo, será siempre la bienvenida. Si no tiene demasiado tiempo, extienda simplemente el polvo a los pies del árbol en otoño o en invierno. Pero si tiene tiempo, es mejor incorporar este polvo (unas dos cucharadas soperas) en el fondo de un agujero a 10 cm de profundidad, a 1 metro del tronco: haga 4 aportes de este tipo alrededor del árbol. Un fertilizante como inyección de energía, a acción rápida puede hacerse durante la primavera, si no ha dado los aportes durante el invierno o si su tierra es verdaderamente pobre. Respete escrupulosamente la dosis indicada en el embalaje.
    Si ha puesto un cono de fertilizante en el fondo de un agujero en el momento de la plantación, sepa que este será efectivo que durante un año.

    Tutórele de la mejor forma
    De cara al viento, un árbol acaba por deformarse y crecer mal, incluso si los vientos no son intensos; es la anamorfosis. Sólo un tutorado adaptado evitará este problema. Plante un tutor ya sea a lo largo del tronco, atándolo con un collar especial, ya sea con un trozo de cámara de aire (cambiar cada año). Otra técnica consiste en colocar el tutor al bies a 45°, de cara al viento, y atar el tronco con una atadura flexible a 60 cm de altura. La libertad que se deja a la copa del árbol refuerza el enraizamiento de cara a un viento fuerte.

    ¿Hay que podar?
    Un árbol joven se modela fácilmente. Incluso en el caso de las coníferas, que no se podan siempre, puede acelerar el movimiento natural retirando las ramas bajas para forzar a las de arriba a desarrollarse. Atención, retire sólo un cuarto del ramaje como máximo. Esta operación normalmente no es útil, salvo si necesita sitio al pie del árbol para plantar plantas e sombra en un jardín pequeño. Al contrario, si una rama se rompe bajo el efecto del viento, córtela unos centímetros por encima; no deje jamás una rama dañada en el árbol.
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    Ayudar a un árbol joven
    Autor: bgmedias
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