A mano para cocinar, unas macetas de condimentos en el poyete de la ventana, que le servirá además para alejar a los insectos volantes. ¡Una doble ventaja!
Escogerlas e instalarlas
Cualquiera que sea la exposición que pueda darle a sus macetas, siempre habrá al menos una o dos plantas aromáticas que podrán prosperar. Al sol, escoja las plantas aromáticas del Mediterráneo, que necesitan un sol que dejan el agua chorrear (ver más abajo). A la sombra prefiera las plantas que viven una sola estación, aun si su perfume puede verse modificado por una exposición menos soleada. No olvide el aspecto decorativo; todas pueden plantarse con otros vegetales y crear una composición, mientras que desde el momento de hacerlo el conjunto comparta las mismas necesidades de cara al agua y la luz.
Las que viven una sola estación
La albahaca, la mejorana (no confundir con el orégano que vive varios años), el perejil, el cilantro, el eneldo solo viven unos meses y desaparecen una vez que han florecido. Cultívelas como las flores de temporada, en macetas de 1 o 2 litros, con un sustrato rico. Escoja una maceta más profunda que ancha ya que a sus raíces les gusta explorar las profundidades de la maceta. Riéguelas en cuanto la tierra esté seca en la superficie. Piense a cosechar a medida que va teniendo las hojas, aun si es para congelar las hojas más tarde, antes de la llegada del otoño y que las flores salgan. No les de abono, esto las haría mas sufrir que ayudarlas.
Las que necesitan drenaje
La mayor parte de las plantas aromáticas entran dentro de esta categoría, como el tomillo, la salva, el romero, laurel, ajedrea y el orégano. Dándoles una exposición luminosa y un sol apropiado, aprovechará de su sabor durante años. Deles una maceta de 1 litro de capacidad (para el tomillo) y hasta 5l (para el romero y el laurel).
Prefiera un sustrato no muy rico para las plantas mediterráneas. Riegue sin exceso y no deje agua en el platillo bajo la maceta. Corte regularmente los tallos de abril a septiembre para poder beneficiarse de hojas frescas.
A las que les gusta la humedad
Un bonito contenedor y mucha agua: no hace falta mucho más para que una sola planta de menta, del levístico (apio de las montañas) o el cebollino les darán hojas todo el verano! Cuanto más grande sea la maceta, menos necesitara que se la riegue. No vea las cosas en pequeño. Basta con escoger una maceta que retiene bien el agua, como una maceta con un platillo debajo o con una reserva de agua integrada. Una vez la menta plantada, riegue copiosamente. Si la maceta no tiene un agujero para el drenaje, no debe quedar que 1 cm de agua en el fondo. La tierra no debe secarse en profundidad, pero a las hierbas aromáticas no les gusta tampoco tener los pies en el agua varios días. Esto afecta a su perfume, que se vuelve menos aromático. Puede rapar el follaje si este da señales de debilidad, vuelven a salir enseguida.