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En principio nunca es demasiado tarde para desherbar. Algunas épocas del año son más favorables, aunque solo sea porque ganamos tiempo... ¡ y nos ahorramos trabajo !
Pequeño desherbado, gran ventaja
Ante todo, hay que pensar que todo lo que se arranca siendo pequeño no tendrá que arrancarlo más tarde, y que es más fácil arrancar una plantita que ortigas de 2 m de alto que hemos descuidado y no nos hemos ocupado antes. Cuando las malas hierbas son pequeñas, según la técnica, un pase rápido bastará. Cuando éstas acaban de salir y el tiempo es caluroso (salen incluso si usted no ha plantado nada) pase un binador solo sobre 1 cm de profundidad y con ello matará una cantidad impresionante. Las malas hierbas que están creciendo son más fáciles de arrancar porque son pequeñas y las raíces no son profundas, pero espere y pasado un tiempo habrán formado raíces profundas, necesitando para extirparlas un mayor esfuerzo que cuando eran pequeñas y con un pequeño pase de su binador era suficiente para mantener el suelo limpio de malas hierbas.
Moraleja: cuanto antes desherbemos mejor será. Es por esta razón que un desherbado en primavera es muy útil. Igualmente, una limpieza en otoño o en invierno durante una templanza resulta muy eficaz contra las malas hierbas instaladas durante la temporada fría. En estas dos épocas, nos deshacemos de las plantas jóvenes cuando el suelo está blando porque está húmedo.
¡Semillas no!
Si espera a más tarde, durante el verano, no solo le será más difícil porque las malas hierbas habrán enraizado mejor y el suelo estará más duro (al estar más seco), sino que, además, correrá el riesgo de dejar a las malas hierbas formar las semillas... ¡ y tendrá que volver a empezar !. En el peor de los casos, si no tiene tiempo de desherbar de forma minuciosa, al menos corte los tallos de aquellas que amenazan con resembrarse: ortigas, acederas, cardos, dientes de león, cerrajas... son las más prolíficas.
Desherbar y... desherbar
¡ Luchar contra las malas hierbas es simplemente matarlas !. No se limite a cortarlas a ras del suelo: toda planta debe eliminarse, bajo pena de que vuelva a salir. Algunas indeseables como los solanum, los dientes de león o la cerraja, forman una raíz aun más gruesa cuando se las corta... y será más difícil en el futuro el quitarlas. Hay, como veremos, diferentes formas de desherbar. El desherbado más corriente consiste en arrancar las plantas no deseadas con una herramienta para extraerlas de la tierra. No se saca el cepellón entero porque dejaría un agujero y quitaríamos la tierra vegetal. Al extraerlas hay que sacudir el cepellón para dejar el máximo de tierra.
Finalmente, la frecuencia de desherbados depende del cultivo invadido: uno o dos desherbados al año serán suficientes en la base de un seto joven, pero en el huerto y en las plantas de maceta, hay que intervenir más a menudo. - Fotos (2)
Cuándo y cómo desherbar?
Pequeño desherbado, gran ventaja
Autor: Jean-Michel Groult
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Cuándo y cómo desherbar?
Desherbar y... desherbar
Autor: Jean-Michel Groult
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