Es bastante frecuente que un árbol joven o que un arbusto no se encuentren en el buen lugar. Eso pasa, por ejemplo, cuando nos equivocamos al plantar, o cuando hay obras previstas en la zona. En un caso como este, es mejor intentar desplazar el arbusto, que sacrificarlo.
Ante todo, conviene saber si la opercacion se puede intentar o no. Porque las condiciones para lograr la transplantacion de un árbol o arbusto son mucho mas rigurosas que si se tratara de una gramínea, por ejemplo. La estación debe ser la apropiada, del mes de noviembre hasta marzo-abril. En pleno verano, es casi imposible de hacer coger raíces un arbusto que acaba de ser arrancado en cepellón.
¡No demasiado grande !
Otro factor a tener en cuenta se centra en las dimensiones del sujeto. Para volver a coger, el cepellón tiene que ser, una vez fuera e la tierra, igual a la mitad del volumen de las ramas, ¡que representa rápidamente un peso considerable a desplazar!
Si la planta es muy grande, hay, ante todo, que considerar la poda, por ejemplo cortando las ramas a la mitad. Es el precio que hay que pagar si queremos sacarlo con un cepellón mas pequeño.
Por otro lado, los arbustos instalados hace únicamente algunos años, vuelven a coger mejor que los viejos sujetos, que han formado una matriz espesa. Los boj son la excepción de la regla: crean encantados nuevas raíces. Los arbustos de tierra de brezo, en particular el rododendro y las azaleas, forman un cepellón recogido y se trasplantan igualmente muy fácilmente. Los rosales plantados desde hace menos de 10 años se trasplantan sin cepellón, en invierno, son por tanto mas fáciles de desplazar. Los arboles no se pueden trasplantar que si su tronco mide al menos 8 cm de diámetro a la base. Más de diámetro, posibilidades de que vuelva a coger son muy pequeñas.
Poner en practica
Empiece por clavar la laya a la vertical, en toda su altura, a 30 cm de la base (40 en tierra ligera). Si el sujeto es joven, el circulo recorrido es pequeño y es fácil de hacerla bascular con la laya. Si no hay que cavar un zanja de al menos 50cm de profundidad., al exterior del circulo hecho con la laya. Seccione las raíces que encuentre con una podadora.
Un vez la zanja terminada, hunda la laya bajo el sujeto, a al menos 40cm de profundidad, para despegarlo. Esta es la etapa mas delicada, porque las raíces no deben ser dañadas... y forzamos mucho con la laya. Repita la operación dando la vuelta del sujeto, y haga bascular el sujeto sobre una cubierta.
Corte las extremidades de las raíces estropeadas. Acorte las ramas is no ha podido extraerlas con un gran cepellón. Idealmente, las ramas deben tener de largo, dos veces el diámetro del cepellón. Transporte hasta el sitio donde va a replantarlo, cuanto antes mejor. Piense en cavar el agujero antes, para ganar tiempo. Si el cepellón amenaza con dividirse en capas, hágalo resbalar sobre la cubierta hasta el agujero de la plantación, que es mejor que levantar el arbusto.
Vigile que coja bien
Una vez replantado, es decir, el agujero tapado y bien regado, el arbusto merece toda su atención. Riéguelo todo el año ya que se le planto la estación anterior. No le de abono mientras que no haya cogido bien. A menudo, el sujeto no florecerá durante el año de su transplantacion, o justo después, pero ya se desquitara muy rápido.