• Más detalles
  • Un abono es mucho más que una caja o un bote: es una materia que puede ser natural o no, y emplearse de diferentes maneras. Busque el que mejor le convenga.

    ¿Químico, orgánico o bio?
    Los productos fertilizantes tiene dos orígenes posibles: orgánico o químico. Los abonos orgánicos corresponden a una materia natural que viene de un elemento vivo: es tanto como decir que hay muchos tipos. Los detritos animales o vegetales nos proveen de una amplia gama de abonos orgánicos. Estos deben descomponerse en la tierra para ser utilizados por las plantas. Algunos abonos orgánicos se presenta bajo forma líquida y se descomponen en solo unos días. Otros necesitan varios meses antes de estar disponibles. Se les llama abonos de fondo, porque liberan su alimento lentamente pero durante mucho tiempo.
    Los abonos orgánicos se pueden utilizar en la agricultura biológica. Sin embargo, son raramente bio: por ello habrá que probar que los constituyentes del abono han sido ellos mismos producidos según los métodos de la agricultura biológica. Casi siempre, hablar de abono ecológico es abusivo, excepto si este lleva claramente la mención « AB ».
    También se habla a veces de un abono natural, lo que puede inducir a error. Los verdaderos abonos naturales, como los nitratos de Chile o el lithothamnium (algas), son extraídos de lugares especiales. Se trata de materiales no renovables y por tanto no duraderos.
    Los abonos químicos se fabrican (a partir de componentes simples y de energía). Tienen, en teoría, la misma acción en las plantas que los otros abonos, y actúan a menudo más rápido, porque no necesitan descomponerse.

    ¿Abono liquido o solido?
    Las dos formas tienen sus ventajas. El abono liquido se mete fácilmente en una regadera, pero hay que tener cuidado de no equivocarse con la dilucion. Los abonos sólidos no necesitan una preparación pero hay que enterrarlos al pie de la planta con una herramienta con la azada o con un transplantador, por ejemplo. Resulta ser más práctico para su utilización en grandes superficies, porque diluir su abono en una regadera se vuelve pesado rápidamente !

    No existe la "buena dosis"
    Definir en gramos o en volumen la dosis que necesita cada plantación es imposible. De hecho, los abonos están más o menos concentrados y hay que utilizar mayor o menor cantidad. Pero lo más importante es determinar si sus plantas necesitan de verdad el abono. Un examen de su tierra (por ejemplo realizando un análisis de su composición ) le dará una pista sobre las necesidades que ésta tiene. Es igualmente útil una inspección de sus plantas: si tienen la apariencia de tener carencias, les cuesta florecer, o no crecen comparadas con las plantas de la vecindad.

    El abono foliar
    Abonar por las hojas. Este es un método poco conocido. Basta con diluir un abono liquido en un pulverizador y aplicar el abono por medio de finas gotas en el follaje de las plantas a fertilizar. La absorción es mejor, y se derrocha menos producto. Sin embargo, si se equivoca con la dosis, las hojas no perdonan y se quemarán. Los abonos orgánicos líquidos no convienen para este uso, y únicamente los abonos químicos líquidos se pueden aplicar de esta forma, siendo para jardineros experimentados.
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  • Escoger un fertilizante
    Escoger un fertilizante
    Autor: Jean-Michel Groult
    Copyright
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