• Más detalles
  • Esta enfermedad, que llamamos igualmente gomosis, se declara sobre todo en los árboles frutales cuyas frutas tienen hueso (cerezos, ciruelos, albaricoqueros, melocotoneros, etc ). Se traduce siempre por un ataque al corazón del tronco. Puede ser fatal para un árbol joven.

    Los síntomas
    La enfermedad saca su nombre de su síntoma principal, los goteos de resina (la « goma ») a lo largo del tronco. Estos se producen al nivel de una fisura de la corteza, a menudo en el punto de conjunción entre dos ramas. Es la rotura de la corteza lo que produce el goteo y no lo contrario. Cuando el tiempo es seco, la goma seca y se endurece en unas semanas. Cuando el tiempo es húmedo, este secado no puede producirse y la goma tiene tendencia a gotear a lo largo del tronco, tomando una textura poco apetitosa.

    Su ciclo
    El ataque responsable del goteo empieza siempre por introducirse por la vía de una pequeña herida, como una herida durante una poda que está mal cicatrizada o una fisura de la corteza consecutiva a una fuerte helada. Las bacterias responsables de la infección se multiplican en los tejidos de el árbol que rodean el foco infeccioso, lo que provoca la ruptura de la corteza y luego un goteo de la goma. Mientras que la infección bacteriana esté presente en el árbol, se produce el goteo por medio del cual el sujeto busca a protejerse.

    Cómo luchar
    La gomosis al ser consecutiva a un ataque de bacterias en el árbol, son estas las que hay que combatir. Como no existen los antibióticos para las plantas, la infección se combate con el caldo bordelés (que contiene sales de cobre, que tienen una acción bactericida). Los puede pulverizar en la herida, cada mes, hasta que la situación sea reabsorbida. Es más eficaz aplicar un ungüento en la herida, como un encalado de arcilla verde a la que habrá añadido el caldo bordelés, dada con un pincel. Renueve esta aplicación tes veces al año hasta que se cure. A veces varios años son necesarios para restablecer la situación.

    Cómo evitarlo
    Unte de cal los troncos de sus árboles frutales, en otoño y a finales del invierno. Este método preventivo disminuye los ataques. Sin embargo, la mejor forma de no tener que combatir una infección bacteriana consiste en bien escojer el sitio para plantar sus árboles frutales. Proscribir los lugares donde la tierra está húmeda en invierno, y donde el aire es siempre húmedo, por ejemplo a proximidad de ríos y en los valles. Escoja las variedades naturalmente resistentes, entre las cuales las que son habitualmente cultivadas en su región. Finalmente, más vale no insistir en querer cultivar una especie frutal, que visiblemente no está adaptada a su región.

    Bueno a saber
    NUNCA retirar la goma, incluso si esta está fresca o que tiene tendencia a gotear por culpa del tiempo lluvioso. Al contrario, ayúdela a secar. Se reabsorberá por sí misma una vez que la infección haya sido combatida.
  • Fotos (1)
  • El goteo de goma
    El goteo de goma
    El goteo de goma
    Autor: Jean-Michel Groult
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