En el poyete de la ventana, puede sacar algunos tomatillos y hierbas aromáticas. En una terraza o un gran balcón, puede hacer verdaderas cosechas. ¡No hay que perderse este placer!
¿Todas las hortalizas?
Las más clásicas, como los tomates, patatas, zanahorias y lechugas crecen bien en maceta, si el volumen es lo bastante grande. En general, una jardinera puede acoger de 2 a 3 plantas de hortalizas. Las hortalizas que exigen una tierra rica, como las coles y las calabazas (calabacines, calabaza…), solo dan sus frutos si están cultivadas en grandes macetas, es decir, que cada planta dispone de al menos 30 litros de sustrato para ella solo.
¿Qué tierra?
Un sustrato rico es indispensable. Si puede, mezcle la tierra de su jardín y el sustrato a partes iguales. Obtendrá muy buenos resultados. No use tierra de brezo pura, no es lo suficientemente nutritiva.
Piense en los sacos flexibles
Constituyen una alternativa práctica a las macetas rígidas para cultivar las hortalizas. Existen desde hace unos años, tienen la resistencia del textil y su ligereza. Para cultivar las hortalizas, ¡es perfecto!
Tomates a mano
Plántelos a partir del 10 de mayo para estar seguro de que no sufran con las heladas tardías, a menos de que viva en una región de clima suave o el centro de una aglomeración. En este caso, puede plantarlos a partir de mediados de abril. Los tomates necesitan el pleno sol, y no temen la reverberación de una pared, ni las corrientes de aire. Escoja variedades de frutos pequeños mejor adaptadas al cultivo en contenedor. Prevea unos 5 litros de sustratos por planta. La variedad 'Tumbling Tom' cree bien en maceta. La puede dejar colgante o atarla a un tutor.
Patatas en maceta
Basta con plantar los tubérculos a 10 cm de profundidad en una maceta de al menos 30 cm de alto, en un sustrato rico. Los jardineros del otro lado de la Mancha, tienen la costumbre de enterrar cada mes el pie del tomate, de forma que fuerzan el pie a subir y formar numerosos tubérculos. Todas las variedades convienen pero las que tienen pequeños tubérculos, (como la Ratte por ejemplo) dan mejor.
A la sombra, dar preferencia a las verduras-hojas
Las lechugas, espinacas, y otras rúculas están mejor adaptadas a la falta de luz que las hortalizas carnosas, sobre todo las que se forma a partir de una flor (tomates etc.). Estos últimos son imposibles de obtener a menos que las macetas beneficien de al menos 4 a 5 horas de sol al día durante el verano. Tienen más necesidades y necesitan contenedoras grandes, que ocupan mucho sitio. Las hortalizas cultivadas a la sombra tendrán un aspecto diferente, serán más afiladas, sus hojas más anchas y menos coriáceas. Para las lechugas y los rabanitos, ¡es lo ideal!