• Más detalles
  • Como al hacer un ramo de flores, una planta tendrá un efecto diferente según la maceta en la que la instalemos. Bien combinar el contenido con el contenedor es un arte que no es tan complicado como parece, y que ¡va a aumentar su creatividad!

    Primera regla: el equilibro
    El volumen de las plantas y el de la maceta !deben estar relacionados! Una planta pequeña en una maceta enorme, no funciona. La maceta y la planta deben tener más o menos la misma altura. Si la planta es muy alta (un sujeto con un gran tallo, por ejemplo), la maceta tendrá que ser de una altura igual a la mitad de la de la planta. Esto permitirá realzar la silueta el vegetal.
    Pero no solo la altura cuenta: la anchura de la maceta también tiene su importancia. Cuanto más ancha sea la maceta, menos necesitará de la altura para ofrecer un equilibrio a una planta alta. Una jardinera ancha (1 metro por ejemplo) es perfecta para albergar una cortina de gramíneas o de bambúes.

    Segunda regla: la forma
    Las plantas más fáciles de combinar con una maceta tienen una forma que llamamos ‘arquitectural’. Su silueta es muy neta y sobria, como las colas de caballo (verticales), las yucas (en gran roseta, los phorniums (en lazos colgantes) y muchas otras. Estos vegetales son los mimados de los jardines contemporáneos. Atraen las macetas de forma regular, poco decoradas.
    Las plantas con una silueta no arquitectural, sirven para crear un ambiente. Su maceta debe tener una relación con este ambiente. Un rosal con flores pequeñas en una maceta cilíndrica y lisa, no es la mejor combinación. Con una resina trenzada tendrá una mejor apariencia y el lado campestre de una le irá bien a la otra. ¡Escoja el ambiente que desea crear!

    Algunas referencias
    Forma del contendor Plantas adaptadas Ejemplos
    Pila Plantas bajas, plantas en roseta. Helechos, Ophiopogon, bulbos con flores…
    Alta Plantas en tallo Laurel salsero, árboles frutales…
    Bola Plantas en fuente Gramíneas, agapantos…
    Cuadrada o rectangular Plantas en tallo o topiario Plantas trepadoras, cítricos, olivos copa…
    Curva Plantas colgantes Alborada, carex, yedra…
    Regular Plantas en matorral Bambúes, coníferas, rosales, rododendros…
    Acampanadas Plantas de grandes dimensiones Bananos, cicas, palmeras…


    Tercera regla: los colores
    Buscar una maceta cuyos tonos se parecen a los de la planta (o al contrario) no es a la fuerza una buena idea: los colores que se parecen no resaltan cada elemento. Las macetas bicolores, sin embargo, permiten jugar con el color dejando al mismo tiempo que las plantas sean visibles. Son muy útiles en invierno para alegrar el pie de vegetales que pierden sus hojas, como los arces de Japón o un gingo. En una palabra, ¡de campo libre a su imaginación!
  • Fotos (5)
  • La buena maceta para la buena planta
    La buena maceta para la buena planta
    Unas bonitas macetas, una combinación exitosa entre los vegetales y el contendor.
    Autor: bgmedias
    Copyright
    La buena maceta para la buena planta
    La buena maceta para la buena planta
    ¡La planta es muy pequeña… o la maceta es demasiado grande !
    Autor: bgmedias
    Copyright
    La buena maceta para la buena planta
    La buena maceta para la buena planta
    Las plantas arquitecturales (aquí un Phornium moteado) necesitan una maceta de forma sobria.
    Autor: bgmedias
    Copyright
    La buena maceta para la buena planta
    La buena maceta para la buena planta
    Una maceta con forma regular realza el lado desordenado de un arbusto (aquí un membrillero de flor).
    Autor: bgmedias
    Copyright
    La buena maceta para la buena planta
    La buena maceta para la buena planta
    Una misma planta en una maceta conjuntada a los colores de las flores, y en una maceta de un color diferente: ¡podemos ver que es la segunda planta la que está más valorizada!
    Autor: bgmedias
    Copyright


Mi Cuenta
Cesta 
0