Lograr con éxito sus plantaciones de coníferas

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Agujas verdes todo el año, perfumes de resina para algunos, un porte de bonsái. ¡Las coníferas tienen muchos encantos!

Una gran diversidad
Las coníferas son numerosas en la naturaleza y la horticultura ha añadido muchas variedades. Hay siempre una excepción a la mínima regla concerniente las coníferas. Pero esto quiere decir también que hay una conífera para cada ocasión. ¡Y esto es apreciable! Ya que una vez instaladas, estas plantas no presentan ningún problema ni necesidad de cuidados.

Ante todo, un suelo bien drenado
Una vez que haya escogido la variedad de conífera que quiere, déle un suelo que le permita dar lo mejor de ella. La mayoría de coníferas necesitan beneficiarse de un suelo que deja el agua filtrarse libremente y que esté por tanto, bien drenado, aún si es pobre. Si las raíces de las coníferas se encuentran permanentemente en contacto con la humedad, corren el riesgo de sufrir. Existen, por supuesto excepciones, como el ciprés calvo (Taxodium) que prefiere los suelos húmedos.

Raíces a lo largo
Cave un agujero, no solo más ancho que el cepellón de la conífera que va a plantar, también mucho más profundo. Por supuesto, no se trata de enterrar su conífera, si no de descompactar la tierra bien en profundidad, ya que las raíces van a desarrollarse, tanto a lo ancho como en profundidad. Si su suelo está aplastado, por el paso de maquinaria de obras, por ejemplo, descompactar el suelo en profundidad será crucial para que su conífera coja.

Cepellón intacto
Coloque su conífera en el agujero de plantación, sin deshacer el cepellón. ! Las coníferas tienen horror de esto! Al contrario, lleve la tierra al cepellón, sin aplastarla con el pie. El riego, abundante, permitirá a la tierra incorporarse a las raíces. No olvide de bien regar la conífera durante los primeros veranos. Estas plantas resisten bien la sequía, ¡pero solo una vez bien instaladas!

¿Qué abono?
Las coníferas no necesitan, por regla general, que se las abone. Son plantas que saben arreglárselas en un suelo pobre. Un seto que se poda a menudo, necesita sin embargo un poco de ayuda para recuperarse. Escoja un abono con liberación lenta, a poner preferentemente durante el invierno.

¿Y la maceta?
Las coníferas crecen muy bien en maceta, sobre todo los pinos y coníferas enanas. Plántelas en un sustrato de buena calidad (la tierra de brezo no es indispensable pero les va bien). Riegue su conífera cuando la tierra seque en la superficie durante el verano: cuando tenga sed, que no se ve obligatoriamente, y esto las puede hacer sufrir sin que se dé cuenta.
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