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Este pequeño roedor causa cada vez más destrozos en los jardines. No es necesario recurrir a soluciones violentas, basta con conocerle para gestionar su presencia sin demasiados destrozos.
¿Una fila de zanahorias mordisqueadas, un manzano roído al ras del suelo? No acuse ni a los conejos, ni a los ratones. Inútil pensar en los topos, no se alimentan de materia vegetal. Es el topillo campesino al que va a tener que acusar... Es capaz de dañar numerosos cultivos, empezando por los tulipanes y todas las plantas con corteza tierna o raíces carnosas...
Discreto pero prolífico
El topillo campesino, Microtus arvalis, en un pequeño roedor que vive bajo el suelo, y que se aventura raramente al descubierto. No hay que confundirlo con la rata topera (o cuatro dientes), que vive sólo a proximidad del agua. El topillo campesino cava galerías, que se parecen, de lejos, a las de los topos. Hay varios elementos que las diferencian; estas galerías son poco profundas y forman a menudo una pequeña hilera en la superficie del suelo. La presencia del topillo campesino, a diferencia de la del topo, se ve por las toperas (montículos de tierra). Sobre todo, las galerías de este animal salen siempre de un refugio: un tocón, una gran maceta, los pies de un muro, una gran piedra, etc.
La humedad, primer refugio
Al topillo campesino le encantan los sitios frescos, que son fáciles a cavar en cualquier estación. Estos últimos años es más abundante en los jardines principalmente porque tenemos estaciones húmedas. La disminución de sus predadores naturales, particularmente los pájaros de presa, es también una causa de su proliferación, al igual que los inviernos suaves, que permiten a sus efectivos de mantenerse. El empajado, tan beneficioso para las plantaciones, tiene el inconveniente mayor de estimular la presencia de los topillos campesinos. No sólo el empajado mantiene la tierra fresca y mullida, pero sobre todo el topillo se ve protegido de la vista de sus predadores naturales. El roedor, bajo este confortable empajado, puede picotear las plantas sin que nadie le moleste.
Gestionarlo en vez de combatirlo
A este roedor no le gusta que le molesten. Cuando se mueve la tierra regularmente, viene menos a menudo. La tierra desnuda no es su punto fuerte, porque se encuentra expuesto a sus predadores. En donde el empajado no sea indispensable, deje la tierra al descubierto, sobre todo durante un tiempo húmedo.
En el huerto, un enrejado con mallas finas (menos de 1 cm de lado) basta para impedirles ir a saborear las hortalizas-raíces. Si el topillo campesino es muy abundante, puede hacerle huir enterrando un repulsivo en sus galerías. La diferencia con los topos, es que este no es sensible a las vibraciones y que los aparatos a ultrasonidos no de molestan. Además no hay ninguna planta que le haga huir. Pero nunca atacará a los narcisos, que son tóxicos para él; mezclar los bulbos sensibles como los tulipanes con los narcisos es una buena forma de proteger a estos primeros.
Los nidos, su mejor arma
Lo que sobre todo ayudará a su jardín a menos a sufrir por culpa de este roedor, son los nidos de pájaros predadores como las lechuzas. Aliente también la presencia de los rapaces diurnos colocando palos para los pájaros, a una altura de 1.50m, en los sitios más infestados. Finalmente, tenga paciencia; el número de topillos campesinos varía según un ciclo de 7 años. - Fotos (4)
Luchar contra el topillo campesino
El topillo campesino sale raramente de su madriguera, ¡de hecho muy discreta!
Autor: Tomi Tapio K/CC by 2.0
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Luchar contra el topillo campesino
Zanahorias comidas por la raíz; lo más a menudo, es obra de la topillo campesino...
Autor: B&G Media
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Luchar contra el topillo campesino
Bajo esta maceta, las galerías del topillo campesino son bien visibles.
Autor: B&G Media
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Luchar contra el topillo campesino
El empajado, tan beneficioso para las plantas, lo es también para las actividades del topillo campesino.
Autor: B&G Media
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