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Esta enfermedad causa verdaderos quebraderos de cabeza durante los inviernos húmedos, pero puede pasar en cualquier estación. ¡Aprenda a localizarla y evitarla!
Los tallos que se desecan
Los rosales afectados por esta enfermedad ven sus tallos desecarse, como si hubieran envejecido prematuramente. Todo viene de la extremidad de las ramas, que se secan poco a poco hacia la base. Primero marrón claro, la corteza se vuelve negra. La evolución de la enfermedad se extiende durante varias semanas. Un rosal afectado puede perder más de la mitad de las ramas. La supervivencia del rosal no está amenazada pero su vigor se ve muy disminuido.
Un hongo patógeno
Microscópico, el agente de la enfermedad es un hongo. Es a menudo por medio de una herida de un corte que se introduce en la rama. Sube por la corriente de sabia, y se extiende hacia la base de la rama. Invisibles igualmente, los gérmenes de contaminación se forman en la madera que marchita unas semanas después de ser atacada.
Sobre todo con la humedad
Los rosales poco vigorosos a los que les falta una poda, son los principales blancos de este hongo. Es más virulento en los sitios en los que el aire está cargado de humedad, como en los valles, a lo largo de los muros húmedos, en los jardines situados cerca de bosques. Los sitios en los que el aire no circula como en los fondos de los patios o en los jardines rodeados de setos espesos o de muros que son también los lugares de predilección de este hongo.
Una lucha fácil
El mejor método para luchar contra este hongo consiste en podar el rosal: corte todas las ramillas que han marchitado y esto en cualquier estación. Retire las pequeñas ramas que obstruyen el corazón del ramaje (esas pequeñas ramas que no florecen). Fertilice su rosal con buen tino (ni poco ni demasiado). Piense también en las variedades resistentes como 'Ballerina' o 'Cornelia'. - Fotos (2)