• Más detalles
  • Es una enfermedad que encontramos muy frecuentemente. Es menos molesta en el plano estético que verdaderamente peligrosa. El oidio no pone en peligro la vida de la planta pero sin embargo, puede reducir el rendimiento o la floración.

    Los síntomas
    Las hojas están cubiertas de un polvo blanquecino, que se va ligeramente cuando frotamos con los dedos. Este polvo despide un olor de champiñón. Los ataques ligeros atacan sobre todo a las hoja màs viejas. Las plagas importantes ganan el follaje joven, los capullos de las flores y los tallos. La planta puede encontrarse recubierta completamente de este polvo blanco, es en este momento en el que pierde el vigor o florece menos.

    Su ciclo
    El mal blanco està causado por un hongo patógeno cuyos gérmenes microscópicos esperan las condiciones favorables para desarrollarse en la superficie de las hojas. Le hace falta al mismo tiempo el calor y la humedad para entrar en actividad. El germen microscópico emite en este momento unos filamentos que se enracinan en las células de la hoja que parasita. Su crecimiento es muy rápido mientras estas condiciones perduran. Si se vuelven desfavorables, el hongo interrumpe su desarrollo para retomarlo después. Al principio de la plaga, unos pequeños puntos esparcidos aparecen en la superficie de las hojas. Este fieltro blanquecino se extiende en solo unas semanas, sobre todo a finales del verano.

    Cómo luchar
    La lucha contra el oidio no es únicamente necesaria por motivos estéticos, en las plantas que son particularmente sensibles (aster, calabaza). Efectivamente, se trata de una enfermedad llamada oportunista, que se desarrolla en los órganos de los vegetales debilitados en fin de vida. Retirar las partes mas afectadas constituye un buen gesto para limitar la extensión del oidio. Le mal blanco es muy sensible a la pulverización de azufre mojable o el caldo bordelés. Es igualmente posible tratar el oidio con productos suaves como un extracto de cola de caballo, o el ajo. Cualquiera que sea el método que se usa, debe efectuarse en cuanto aparezcan las primeras señales de ataques para que sea eficaz.

    Cómo evitarlo
    Aún si no es posible prevenir completamente esta enfermedad, los Buenos gestos le evitaràn de que tome mucha importancia. La mejor forma de prevenir este enfermedad consiste en plantar plantas resistentes. En general, las obtenciones recientes son mucho màs solidas que las variedades antiguas. Por otro lado, cultive las plantas sensibles en un sitio que no sea favorable a la enfermedad, plàntelas preferentemente en una parte del jardín donde el aire circula y el agua no se estanca mucho tiempo después de la lluvia.

    Bueno a saber
    El oidio no se transmite entre plantas de tipo muy diferente. Aún si la enfermedad parece idéntica en los asters, las calabazas y los arces, con los mismos síntomas, se trata en realidad de oidios especificas a cada uno. Así la calabaza con sus hoja blancas no puede transmitir la enfermedad a los asters de al lado. Pero si la calabaza atrapa el mal blanco, quiere decir que las condiciones son favorables a este tipo de hongos y, por ello es muy probable que los asters cojan en poco tiempo 'su' oidio. !
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    El "mal blanco" o oidio
    El "mal blanco" o oidio
    Autor: Jean-Michel Groult
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