¿Qué hacer si hay una helada fuerte?

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El termómetro se pone de golpe en modo polar y el jardín se ve sorprendido. Ayúdele a pasar este momento difícil para un mejor rebrote después.

¿Frío o frío intenso?
Las heladas pequeñas, hasta -5°C sólo dañan las a las plantas más frágiles y la mayor parte de los vegetales del jardín no sufren. Pero cuando las temperaturas descienden por debajo de – 10°C, lo que es frecuente, y por debajo de -15°C en las regiones más frías, los daños son más importantes. Hay dos razones. Primero, si hablamos de temperaturas muy bajas, hablamos de heladas duraderas, durante un periodo de varios días. Por tanto, cuanto más tiempo dura la helada, más sufrirán las plantas. Después, una helada intensa hace que el suelo se hiele en profundidad, tocando las raíces, que son mucho más frágiles que las ramas, cualquiera que sea la planta.

Las plantas más sensibles
Los arbustos con hojas siempre verdes son los más frágiles porque el viento frío al ser muy seco, deseca las hojas que no tienen la posibilidad de humectarse, ya que el suelo está congelado. Las camelias, el bambú sagrado (Nandina), el rosal de Banks o el solano (falso jazmín son unos de los ejemplos. Estas son por tanto plantas que hay que proteger prioritariamente, envolviéndolas simplemente con un velo de hibernación. El objetivo no es protegerlas del frío, si no de cortar el viento y mantenerlas en una atmósfera sin corrientes.

Doble las protecciones
Alrededor de las plantas ya protegidas, refuerce la protección, por ejemplo, envolviendo las plantas con una capa supletoria, que quitará después del episodio de frío intenso (dejando, por supuesto, la protección inicial). Si no tiene un velo de protección suplementario, una capa de hojas muertas protegerá las matrices. Y una sábana vieja o un trozo de moqueta harán el trabajo, ya que es provisional. Y puede también utilizar la nieve, ya que es un excelente aislante. No dude en aumentar el espesor de la capa de unos centímetros sobre las matrices frágiles.

¡Piense en las macetas!
Las plantas en maceta son mucho más vulnerables que las plantas en plena tierra. Las raíces de una planta en maceta ¡están muy expuestas al frío!. Y se trata de su talón de Aquiles. Muchas plantas pueden morir por culpa de una helada un poco larga si sus raíces se quedan heladas demasiado tiempo de forma muy intensa. En caso de un episodio frío, piense en abrigar las macetas con una capa aislante (por ejemplo con un plástico de burbujas) para que las raíces no tengan demasiado frío. Puede también desplazar temporalmente las macetas contra un muro, donde haga menos frío.

Riego prohibido
Durante un episodio de una helada prolongada, el follaje de las plantas perennes (las que guardan su follaje en invierno) se marchita. Este fenómeno es normal porque los tejidos se desecan para protegerse del frío. Sobre todo no las riegue. No sólo esta planta no podría absorber esta agua, sino que además ¡encerraría el cepellón en un caparazón de hielo lo que lo condenaría a una muerte segura!
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