• Más detalles
  • Un seto que protege de las miradas y del viento, y que además da frutas para nosotros o para la fauna del jardín, ¡es posible! Hay que escoger las plantas y plantarlas inteligentemente.

    ¡Sólo son ventajas!
    Un seto compuesto de pequeñas frutas salvajes tiene muchos beneficios :
    - Ofrece sabores variados con las moras, las ciruelas, nísperos, avellanas, los escaramujo, etc.
    - Es más económica porque las plantas para constituirlo son más baratas que los arbustos para un seto clásico.
    - Crece rápido porque los arbustos de bayas son generalmente de crecimiento vigoroso.
    - Es ecológica porque le gusta a muchos habitantes del jardín como los herrerillos, los erizos, las ardillas, etc.
    - Es sólida porque no teme las enfermedades, el viento, las tempestades, las intemperies como los grandes fríos o la sequía.

    Las buenas especies
    Para componer un seto de frutales salvajes, seleccione todos los arbustos con frutas comestibles, desde los clásicos avellanos hasta los menos conocidos como el eleagnus o como la lonicera comestible. Añada moras (variedades sin espinas), híbridos como la mora-frambuesa, etc. No olvide que los manzanos de decoración, como el ‘Evereste’ son comestibles, (en gelatina o compota por ejemplo). Y puede perfectamente guarnecer los pies con groselleros o frambuesos. Cuanto más variado sea el seto, mejor será. Pero prever 2 sujetos de cada variedad, es una buena precaución, aunque solo sea para que se fecunden naturalmente.

    La instalación
    La plantación de un seto de frutales salvaje es la misma que para un seto clásico. Un truco: espacie las plantas con al menos 60 a 80 cm entre ellas, porque los arbustos van a coger un poco de sitio. Si tiene espacio, plante en rangos distantes de 80 cm, alternando las plantas sobre los dos rangos (estarán espaciadas de 1.20m en cada rango). Tendrán más sitio y su seto será mucho más espeso y opaco.

    Después de la plantación
    No es porque sea un seto de frutales salvajes que hay que dejarla sola, ¡sobre todo al principio! Piense en desherbar los primeros años y riegue cuando el tiempo sea seco, de abril a octubre. Ponga un acolchado a los pies: la madera triturada compostada (BRF) es el mejor acolchado que podemos poner a los pies de un seto de este tipo. Pero poner los deshechos del césped cortado no les hará daño, ¡por supuesto! Y para acabar, darles fertilizante no está aconsejado, porque las especies salvajes deben apañárselas con lo que encuentran.

    ¿Y la poda?
    Podar un seto de frutales salvaje tiene una ventaja; no es ni complicado ni esclavo. Basta con acortar las ramas al nivel deseado, una a dos veces al año, no más. Lo ideal es cortar a finales del mes de febrero, una sola vez al año. En cuanto a los utensilios, puede hacerse con un corta setos a motor, o con una cizalla, según lo largo del seto que tenga que cortar. Puede cortar siempre al mismo nivel; los setos boscosos no funcionan de otra forma, y pueden vivir varias centenas de años. La poda, de hecho, no es obligatoria, ¡pero prevea sitio, 2 metros de un lado al otro de su seto de frutales salvaje!
  • Fotos (5)
  • Un seto de frutales salvaje
    Un seto de frutales salvaje
    Un seto salvaje de frutales en otoño.
    Autor: B&G Media
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    Un seto de frutales salvaje
    Un seto de frutales salvaje
    El seto de frutales salvajes tiene numerosas funciones.
    Autor: B&G Media
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    Un seto de frutales salvaje
    Un seto de frutales salvaje
    Sambucus con frutos rojos.
    Autor: B&G Media
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    Un seto de frutales salvaje
    Un seto de frutales salvaje
    Viburnum bola de nieve en fruta.
    Autor: B&G Media
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    Un seto de frutales salvaje
    Un seto de frutales salvaje
    La poda; no es complicada en este tipo de setos.
    Autor: B&G Media
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