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  • La reforestación por medio de la plantación es el único método utilizado para el douglas.

    La plantación es una técnica que permite beneficiarse de las mejoras técnicas.
    Esta ganancia técnica mejora la productividad del douglas.


    Las plantas en cepellón:
    La plantación del douglas en cepellón es muy reciente. Hoy en día representa el 10% de las reforestaciones de Douglas en Francia.
    En el marco de una reforestación por plantación, la calidad del sistema radical de la planta en cepellón es primordial.
    Hay que privilegiar los semilleros con paredes caladas (“auto-poda” integral de las yemas de las raíces en espera del crecimiento).
    Para la plantación del douglas, los semilleros calados sin fondo deben tener un volumen suficiente (1 año : > 200 cm3 ; 2 años : idealmente 400 cm3) para poder obtener plantas jóvenes sin deformaciones en las raíces (raíces bien ramificadas sin ‘moños’ ni estrangulaciones) y garantizar las germinaciones superiores, un mejor anclaje, más estable y una mejor alimentación de agua.

    Las plantas en cepellón permiten:
    - una logística más segura y menos traumatizante para la planta,
    - ganar tiempo : evita poner en zanjas, plantación más rápida si el suelo está trabajado
    - una mejor germinación: germinación inmediata, transpiración reducida de las plantas de tallas pequeñas, posibilidad de plantar plantas siempre frescas,
    - un periodo de plantación más extenso : de febrero a finales de mayo.


    Preparar su proyecto:
    Es importante establecer un diagnóstico de la zona a reforestar.
    El objetivo es adaptar las técnicas de reforestación a las singularidades de las parcelas forestales (técnicas de labranza, fertilización, densidad de plantación.)


    Las etapas de la reforestación :
    La preparación del terreno es indispensable cuando la zona que va a plantarse comporta una vegetación preexistente demasiado competitiva, o restos de explotación demasiado voluminosos:

    - después de una tala rasa, en un terreno desnudo o en pendiente : esperar 1 o varios años la colonización de resalvo natural de leñosos (serbales, abedules, álamos temblones, sauces medio resinosos) o medio leñosos (zarzas, retamas, arándanos ) y proceder a abrir senderos estrechos con la desbrozadora o unas bandas más anchas con una trituradora forestal, para facilitar la plantación y la germinación del Douglas bajo un refugio lateral

    - En una pradera o en un manto denso de gramíneas en el bosque : escarificar el ‘fieltro’ de la raíz en la capa herbácea para un desbaste mecánico con un cover-crop o un rascado con ayuda de un cultivador.

    Generalmente trabajar el suelo antes de la plantación es beneficioso, y hace que durante los 3 a 5 primeros años se pueda apreciar un mejor crecimiento.


    Selección de la densidad de plantación:
    La densidad inicial de las plantaciones puras o mezcladas de Douglas debe razonarse siguiendo ciertos factores:

    - les objetivos silvícolas,
    - la calidad genética y el coste de las plantas,
    - la fertilidad y los contratiempos de la estación, la pendiente y la accesibilidad del terreno,
    - la presencia más o menos fuerte de animales de caza,
    - la naturaleza y la competencia de la vegetación,
    - la eventual mecanización posterior del mantenimiento.

    El objetivo, incluyendo las plantaciones mezcladas, es practicar durante el momento de realizar claros, una selección que busca conservar in fine de 150 a 200 e los mejores sujetos/ha.


    Densidades elevadas: 2.000 plantas / ha, es decir 2,5 m x 2 m (3x2)
    Estas se justifican en ciertas situaciones:
    1. Indisponibilidad de un material de calidad,
    2. Forestación del suelo desnudo, sin refugio lateral ni esperanza de un rebrote natural de la vegetación leñosa de compañía
    3. Fuerte presión local de animales de caza,
    4. Riesgos climáticos locales: vientos violentos, heladas tardías,
    5. Fuerte competencia de la vegetación; gramíneas, helechos...,
    6. Penuría de mano de obra para el mantenimiento y mejoras.


    Densidades medianas : 1.100 /ha (3X3) a 1.600 /ha
    Estas son posibles den distintas circunstancias:
    1. Garantía genética de las plantas (material calificado) de muy buena calidad (jóvenes, vigorosos, escogidos, frescos...),
    2. Rebrote leñoso natural disponible o un acompañamiento potencial para educar a los árboles objetivos,
    3. Ausencia de animales de caza o de protecciones individuales,
    4. Terreno en pendiente, obstáculos frecuentes,
    5. Practica mecanizada de los despejes.


    La plantación:
    En el momento de poner en tierra las plantas dentro de su semillero, las raíces conservan su integridad y están relativamente protegidas de las degradaciones y de la desecación. Así, si las condiciones de temperatura y humedad son favorables y si la preparación del suelo ha sido aplicada, las raíces pueden retomar rápidamente su crecimiento y desarrollarse al exterior del semillero sin que la vegetación se pare. La germinación es generalmente excelente.

    - Aprovisionar diariamente la obra y evitar cualquier desecación de los cepellones: almacenarlos a la sombra a resguardo y humidificarlas regularmente.

    - Se deben respetar las siguientes consignas:
         - bien enterrar el cepellón en la tierra para evitar la evaporación del agua que contiene, y sobre todo si el ambiente es
         caluroso y seco,
         - para evitar el « efecto mecha », cubrir totalmente con 3 a 4 cm de tierra la superficie del cepellón enterrado entero,
         - presionar con moderación la tierra, no deformar el sistema radical de las plantas.


    Periodos de plantación:
    ene feb mar abr may jun jul ago sep oct nov dic

    El uso de plantas en cepellón de 200 cm3 permite una plantación después de las fuertes heladas del invierno.
    Periodo de plantación mucho más extensa que el de las plantas con raíces desnudas.


    Reglas de plantación:
    - Por regla general, el Douglas se planta más bien en primavera para evitar los riesgos que conllevan las heladas.
    - No manipular, ni plantar plantas en cepellón durante las heladas.
    - Adaptar los horarios de la plantación y controlar la humedad de las plantas en función de las condiciones meteorológicas y de los periodos de reforestación.
    - Bien recubrir el cepellón, sin aplastar ni comprimir.
    - Vigilar que la planta esté recta.


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